jueves, 4 de marzo de 2010

Recuperando voces...


El arte oral ha significado, a lo largo de la historia, un modo de perpetuar narraciones épicas que incluían manifestaciones artísticas, antiguas cosmovisiones, hazañas militares de los antepasados, valores de los propios pueblos y leyendas de héroes míticos muertos en históricos combates. Son innumerables las tradiciones populares que han resistido el paso del tiempo, salvaguardados en la memoria y el lenguaje de sus pobladores.
En algunos casos, investigadores, antropólogos y lingüistas, han facilitado la recuperación de las tradiciones históricas, hecho que ha propiciado un puente de convergencias entre las comunidades originarias y el mundo académico.

Existen diversos modos de recuperar mitologías orales. Alguna vez, Mercedes Silva, docente chaqueña del CIFMA, quien desde el año 1995 se hizo cargo de la cátedra de Historia del Pensamiento y la Cultura Aborigen del Chaco (Sáenz Peña), intentó demostrar didácticamente la existencia de una literatura oral indígena en el gran Chaco.
La tarea es por demás compleja: muchos relatos qom y wichis fueron recopilados a principios del siglo XX por algunos investigadores, en algunos casos se transcribió parte de la mitología oral indígena (esencialmente relatos con animales antropomorfizados y testimonios relativos a la cosmovisión originaria).

En otros casos, leyendas o anécdotas que fueron pasando de boca en boca terminaron publicadas por antropólogos y lingüistas, previa reinterpretación de sus contenidos, lo que ha arrojado como resultado la generación de textos modificados por la inclusión de convenciones lingüísticas, sin relación con el modo de hilvanar relatos por parte de los ancianos. En ocasiones hay menciones de “tribus” o “aborígenes” que acentúan el distanciamiento con las comunidades, careciendo de verdadero significado el tratamiento académico, como así también la exclusión de consejos, chistes, refranes, juegos, adivinanzas y costumbres por no ser considerados de interés.

Tenemos un ejemplo muy interesante:
Docentes involucrados con comunidades indígenas de las provincias de Salta y
Jujuy han registrado grabaciones junto con una anciana sobre la celebración de todos los santos (cuentos sobre almas y ofrendas que remiten a costumbres muy arraigadas en el noroeste argentino). El relato fue presentado en tres versiones diferentes; en forma oral (escuchando la cinta con la voz de la anciana), un primer texto escrito tal cual fue escuchado (incluyendo muletillas, modos de pronunciación, repeticiones y frases inconclusas que la abuela acompañaba con gestos) y un texto posterior con normas propias del código escrito. Posteriormente las docentes analizaron las diferencias entre ambos textos, comprobándose que las grabaciones perpetuadas en los casetes, si bien reproducen con fidelidad lo que se relata, no dan información precisa sobre el contexto de lo que se está diciendo (como es el que habla, los gestos empleados, quienes están escuchando).
En un discurso oral, en el que dos o más personas están compartiendo un contexto, se dan por sobreentendidos una serie de datos que no se dicen ni se escriben. Es muy frecuente que un emisor y un receptor compartan ese código. Si en la trascripción no se incluyen esos aspectos el discurso probablemente pierda parte de su significado.

En Derqui se realizan grabaciones simples, previo acuerdo con una antelación mínima de 7 días para que el entrevistado vaya preparando lo que va a testimoniar. Se trata de hacer de cuenta que el grabador no existe, luego se eliminan las aclaraciones del entrevistador, las preguntas inconclusas, las muletillas, los ruidos externos, las interrupciones. Posteriormente se edita el material y se suben los contenidos del audio. Al poco tiempo es posible escucharlo desde el blog o en la computadora. Se hacen copias en CD que pasan a formar parte de un bibliorato. Luego un voluntario transcribirá la grabación.
Esto tiene por finalidad ofrecer la opción al usuario de poder escuchar o leer el testimonio comunitario. Se asignan descriptores y se guarda una copia del audio en la computadora.

Se trata de un trabajo que lleva mucho tiempo, si las condiciones climáticas no son las adecuadas no queda otra opción que suspender el encuentro (un caso aparte fue la grabación con Mauricio Maidana sobre el n’viqué, llovía intensamente en el momento de la grabación, pero se optó por continuar, dado el valor del documento que se estaba realizando, finalmente la lluvia resultó en muchos casos imperceptible).

En la comunidad mucha mitología oral chaqueña se ha perdido, quedan fragmentos de fragmentos que alguna vez fueron pronunciados, como aquella canción del lamento que tan conmovedoramente ejecutó Maidana, de un paisano que lo perdió todo, que no podía parar de llorar…
Cuenta la historia que algunos lo supieron por un pájaro, y desde entonces ocupa para siempre un lugar en la memoria.

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